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Interactive Macroeconomics: Section 2.1

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2.1 Introducci?n.

El an?lisis macroecon?mico desde la perspectiva neocl?sica parte de la noci?n de que los individuos act?an siempre racionalmente en un entorno en el que los mercados operan eficientemente. Es decir, los consumidores tratan de maximizar su utilidad sujet?ndola a la usual restricci?n presupuestal, y  los productores tratan de maximizar ganancias tomando en cuenta los precios vigentes en el mercado, los costos de los factores de la producci?n que empleen y la tecnolog?a disponible. Tanto productores como consumidores comparten el acceso a toda la informaci?n relevante en los mercados. Finalmente, cada productor y consumidor es de tal manera peque?o que no puede influir por si s?lo sobre la soluci?n de equilibrio general en la econom?a.
Una implicaci?n muy importante que se desprende de este tipo de modelos, seg?n vimos en los primeros cinco cap?tulos del libro,  es que las acciones del gobierno tienen, por lo general, efectos nocivos sobre el bienestar de la poblaci?n, adem?s de que sus alcances son m?s bien limitados. De hecho, son los par?metros de preferencias y tecnolog?a los que parecen jugar el papel predominante en la determinaci?n de los niveles de actividad y precios seg?n el paradigma Neocl?sico.

En efecto, del lado de la pol?tica monetaria, el gobierno ten?a algo que aportar mientras los mercados fueran imperfectos o incompletos. Sin embarfgo, la importancia del dinero como veh?culo para hacer transferencias intertemporales diminuye cuando surgen otros instrumentos, como puede ser la deuda privada o las acciones representativas del capital de las empresas. En un contexto de mercados completos, aumentos sucesivos en la cantidad de dinero s?lo afectar?an el nivel de precios en t?rminos del numerario, que en este caso es el dinero mismo, y no tendr?an impacto alguno sobre los precios relativos y la asignaci?n de recursos en la econom?a.

Del lado de la pol?tica fiscal, el hecho de que los individuos tomen en cuenta el impacto intertemporal de la pol?tica de gasto, impuestos y endeudamiento p?blicos, nos lleva a la Equivalencia Ricardiana en virtud de la cual el aumento en el gasto del gobierno desplaza  el gasto del sector privado,  lo cual implica a su vez que, en equilibrio, las autoridades fiscales ser?n incapaces de elevar el bienestar de la poblaci?n.

Asimismo, hay que recordar que todos los modelos que hemos analizado suponen pleno empleo. Es decir, la cantidad ofrecida y demandada de los factores de la producci?n se iguala en el equilibrio general. No hay por lo tanto, gente que busca trabajo y no lo encuentra, o plazas vacantes puesto que los salarios se ajustan con rapidez para impedir el desempleo.

De esta visi?n te?rica, se desprende un planteamiento pol?tico que recomienda una menor participaci?n del gobierno en la producci?n y el gasto, y un mayor m?rgen de acci?n a las fuerzas del mercado.
Esta corriente de pensamiento enfrent? serias cr?ticas a ra?z de la crisis de los a?os que transcurrieron entre las dos guerras mundiales, y particularmente con la Gran Depresi?n experimentada entre 1929 y 1932.  Las consecuencias de las pol?ticas monetarias astringentes de la primera posguerra, el esfuerzo por el restablecimiento del equilibrio presupuestal y el efecto de las crisis bancarias sobre el nivel de producci?n y empleo,  proporcionaron los argumentos necesarios cuestionar de fondo al paradigma Neocl?sico. En otras palabras, a medida que se acumul? evidencia de que las acciones de los gobiernos pod?an estar induciendo la recesi?n, tambi?n se fortaleci? la idea de que los gobiernos pod?an detonar su reactivaci?n.

Desde un plano puramente conceptual, los modelos tendr?an que modificarse para explicar c?mo es que se da el desempleo, y c?mo es que la pol?tica fiscal y monetaria ser?an capaces de mover a la econom?a desde un nivel claramente inferior, hacia otro donde la sociedad utiliza su potencial plena y eficientemente.

A lo largo de los siguientes cinco cap?tulos veremos como el paradigma Keynesiano responde a estos planteamientos, y como sienta las bases para la discusi?n m?s reciente sobre los ciclos econ?micos y el crecimiento de largo plazo.